Ideario
13-03-2012 - Jordi Iñesta
Ideario
Ideas | Definiciones
Muchos cuando acuden al festival imaginan que Pixelatl es una organización grande y estable, consolidada y llena de recursos económicos. La realidad es que trabajamos casi todo el año sin dinero, porque si nos moviéramos hasta obtener – o al menos asegurar – los recursos, simplemente no sucedería nada. Y de hecho siempre cerramos el año en números rojos, y tenemos que hacer malabares y otras chambas (y nuestros proveedores aguantar pacientemente) para cubrir las deudas y más o menos ir sobreviviendo.
Somos un grupo de amigos de orígenes diversos y con tiempo y recursos limitados, pero unidos por esta locura, que nos entusiasma tanto que ponemos corazón y vida por llevarla adelante.
Y si damos otra impresión por la calidad del evento o la cantidad de invitados, no sólo es por el talento que podamos o no tener, o la pasión que le ponemos, sino sobre todo por la generosidad y colaboración de tantos otros que participan: productores, proveedores, invitados, aliados, nuestras sedes (y cada uno de sus trabajadores) y los muchos voluntarios y miembros de la comunidad creativa mexicana que nos han ayudado en los momentos en que los necesitamos.
No hacemos esto por dinero, aunque creemos que con el tiempo Pixelatl logrará estabilizarse y hasta ser redituable para quienes colaboramos. Pero lo que buscamos es mucho más ambicioso que eso.
Estamos guiados por un proyecto que vamos construyendo en conjunto, pues aunque hay una visión estratégica y un plan de trabajo a largo plazo, muchas cosas se definen o incluso cambian sobre la marcha. Y en ese proyecto el objetivo no es Pixelatl como asociación, sino lograr una comunidad creativa más grande y competitiva, y con un espíritu de trabajo en colaboración, pues los grandes proyectos de las industrias de la animación, videojuegos y cómic se alimentan del talento muchos.
Lo que necesita nuestra industria no sólo es una cuestión de más recursos y la vinculación internacional. Gracias a la estrecha relación que ya hemos logrado construir con creadores y productores de otros países, se ha vuelto evidente la gran brecha que en México aún tenemos frente a otras naciones con industrias emergentes: lo mucho que nos falta por aprender y mejorar y madurar en todos los aspectos del trabajo creativo.
Junto a los retos también se han evidenciado algunas ventajas competitivas y coyunturales. Pero sólo podremos aprovecharlas en la medida en que seamos capaces de trabajar juntos.
Sólo unidos, y decididos a seguir mejorando cada vez, es como podremos ser más competitivos frente al mundo y capaces de construir nuevas narrativas relevantes internacionalmente. Y cuando eso suceda, esperamos que Pixelatl siga ahí, cosechando los éxitos junto con los verdaderos protagonistas del proceso: los creadores mexicanos cuyas historias van a cambiar a México.
Y quizá también al mundo.