La falsa dicotomía
23-02-2016 - Jordi Iñesta | @inesta23
La falsa dicotomía
Bitácora | Filosofía
Frecuentemente se asume una dicotomía entre el arte y el mercado. Se dice, por ejemplo, que las piezas que se desarrollan pensando en su público se llaman “entretenimiento”, pero de ninguna manera “arte”. Eso sí: las artesanías (según esos mismos “teóricos”) sí tienen un valor cultural y artístico aunque tengan primariamente una función útil.
En Pixelatl no creemos en esas posturas que han inhibido el desarrollo de las industrias culturales y que, de hecho, descalifican la idea misma de “industria” cuando se piensa en arte.
El arte
De ninguna manera queremos descalificar las búsquedas auténticas de muchos que en su sensibilidad y comprensión del mundo y la existencia, sienten la necesidad de alejarse (e incluso rechazar o ir en contra) del “gusto” popular o de la mayoría. En lo que no estamos de acuerdo es en la postura dogmática que rechaza a priori cualquier expresión o manifestación artística que incluye en la ecuación a la audiencia o al público al que se dirige.
La llamada “experiencia estética” tiene aún mucho de misterioso a pesar de tantos libros que se han escrito sobre ella, y de las muchas reflexiones vertidas para tratar de descifrarla (aprovechamos para recomendar Este Cómic no es Arte de Axur Eneas). Pues cada persona está marcada por su propia historia, por su contexto y condiciones. Y conecta con (o es tocada por) experiencias que no necesariamente son las mismas que las de sus prójimos.
Por eso creemos que cualquier afirmación definitiva sobre algo tan inasible como el arte, seguramente está equivocada.
El emprendimiento
Del otro lado es igual de ridículo el desprecio que tienen algunos que creen en conceptos como “administración” y “emprendimiento” y “progreso”, hacia las personas que tienen una búsqueda personal por expresar lo que sienten o comprenden del mundo, y que colocan otros valores (como la belleza, la comprensión y la compasión) por encima del “desarrollo económico” o el poder.
Algunos profetas del emprendurismo, que se caracterizan precisamente por su modo engreído de mirar a los verdaderos creadores, de pronto resultan ridículos cuando promueven los “valores” del “emprendimiento” como un descubrimiento que su comprensión superior pudo capturar, pues resulta que muchos de dichos “valores” que proclaman son intrínsecos a los procesos creativos.
La pasión, la innovación, el compromiso, la perseverancia, la audacia, la resilencia… por mencionar sólo los que ahora me vienen a la cabeza, están presentes, de modo aparentemente natural, en todos los artistas. La diferencia es que en sus búsquedas prioritarias no está la riqueza o el estatus.
En conclusión
En Pixelatl creemos que, si queremos desarrollar la industria, es necesario quitarnos todas estas telarañas.