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Kidscreen Summit 2016

15-02-2016 - Staff Pixelatl

Kidscreen Summit 2016

Bitácora | Reseñas


Una vez más acudimos al Kidscreen Summit que por segundo año consecutivo se realizó en la ciudad de Miami, entre el 8 y el 11 de febrero. Pero en esta ocasión, a diferencia de años anteriores en que sentíamos cierta claridad respecto a tendencias temáticas o cambios en el mercado, la sensación que nos dejó tanto la interacción con ejecutivos como lo que se dijo en las conferencias a las que pudimos asistir, es la de cierto desconcierto generalizado.

Obviamente se habló mucho de las plataformas digitales que ha revolucionado el modo como se está consumiendo contenido, pero eso sucede desde la primera vez que acudimos. Sólo que en las ediciones anteriores, los equipos de investigación y los estrategas de los canales parecían tener más claridad respecto al modo como estaban evolucionando las audiencias. Ahora no, había algo distinto: se notaban demasiado cautos

En esta ocasión no se habló de una tendencia principal, o no se dieron predicciones sobre lo que iba a pasar con las audiencias, sino más bien se plantearon múltiples escenarios probables: como si no hubiera certezas.

En un panel de ejecutivos de canales, por ejemplo, se comentó que la televisión es ahora “un mundo de demanda, ya no de oferta”. Con ello intentaban explicar que antes los canales competían entre ellos tratando de lograr mejores parrillas de programación, mientras que ahora eso ya no importaba: la gente buscaba a cada momento lo que quería ver, en múltiples medios y canales, sin importar el resto de la programación ofertada por un canal en particular.

Al parecer (y esta es una hipótesis nuestra), la llamada “pulverización de la audiencia” se potenció o radicalizó durante 2015 de una maneras que no se había previsto. Otro ejemplo que mencionaron (y que también sustenta esa hipótesis): ahora los padres están cancelando canales de cable para comprar más ancho de banda, pues es más barato y permite que cada miembro de la familia vea lo que quiere en cualquier momento en su propio dispositivo.

Además en los dispositivos móviles los niños pueden ver el contenido donde quieran (en los trayectos del carro, en la sala de espera, etc.). Y una vez que descubren los dispositivos, los prefieren por ser más pequeños y más fáciles de manipular para ellos, pues son más intuitivos.

Es decir: no se consume menos televisión, ¡al contrario! La diferencia es que cada vez se hace menos a través de los canales tradicionales.

Finalmente, en diversas conferencias se habló de algo más que puede estar relacionado con esta sensación de la poca claridad respecto al modo como se está moviendo el mercado: el llamado OTT Content registra el uso y consumo de contenidos de cada persona, de una manera más certera (y masiva) que los People Meters de IBOPE. Hablamos del famoso Big Data.

Hoy la información agregada y procesada estadísticamente reporta, por ejemplo, cuando un importante porcentaje de niños interrumpió un episodio alrededor del minuto cuatro. ¡Hay rastro de qué contenido empezaron a ver a continuación!

En resumen, y volvemos a nuestra hipótesis, al parecer procesar todo esto no está siendo fácil ni para los distribuidores de contenido, ni para los programadores de los canales, ni para analistas y asesores… ni siquiera para los investigadores de mercado.

Así que si algo podemos concluir de nuestra participación en KidScreen este año, es que la industria entró en un proceso de re-conocimiento de sus audiencias, una vez que estas están migrando a los nuevos dispositivos para consumir contenidos.

No cabe duda que son tiempos bien interesantes para la industria.


* La imagen que ilustra este artículo fue tomada de las redes de ToomBoom


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