Cómo trabaja Pixelatl

| Bitácora | Comunidad |

Muchos imaginan que Pixelatl es una organización grande y con su situación económica resuelta. Por la gran cantidad de invitados que participan en el festival, o por el número de actividades que desarrollamos a lo largo del año, puede dar la impresión de que somos un equipo numeroso y estable, y que quienes colaboramos recibimos recursos económicos suficientes para sustentar nuestra vida.

La realidad es muy distinta: casi todo el año quienes trabajamos en Pixelatl lo hacemos de manera voluntaria, sobre todo por las ganas de participar en este proyecto que ha ido cambiando las condiciones de nuestra industria y forjando una comunidad creativa con un espíritu distinto de colaboración y apoyo mutuo, que ha ayudado a que muchos proyectos puedan producirse y al talento emergente a encontrar o crear nuevos caminos para desarrollarse.

Los ingresos que obtenemos (de patrocinios, entradas al festival o apoyos de organizaciones y gobiernos) los invertimos por entero en las estrategias que realizamos, y por eso nuestro festival es más grande que otros, a pesar de recibir muchos menos recursos (si nos comparamos con los apoyos públicos que reciben otros festivales o ferias importantes en nuestro país, nosotros recibimos apenas entre el 10 y 20% de lo que ellos reciben).

No obstante, hemos podido construir estrategias de desarrollo para los artistas y un evento no sólo atractivo, sino sobre todo útil para los creadores ya de toda América Latina, con encuentros de negocios exitosos y construcción de vínculos profesionales que han logrado dinamizar nuestra industria de una manera que ningún otro esfuerzo similar había logrado hasta ahora, y que es reconocido internacionalmente.

Todo ello impulsado y sostenido por un grupo de amigos que aportamos tiempo y trabajo de manera voluntaria casi todo el año, para lograr una meta común: cambiar la situación de nuestra industria y hacerla relevante a nivel internacional abriendo oportunidades a cualquiera que, sin importar su condición de origen, desee desarrollarse en la animación, cómic y videojuegos.

Cómo trabajamos

Quienes formamos parte del equipo coordinador de Pixelatl tenemos una junta semanal, pero es un grupo más pequeño (el “equipo ejecutivo” conformado por dos y a veces tres o cuatro personas) quienes trabajamos de manera permanente y hacemos prácticamente toda la investigación, planeación, búsqueda y contacto con aliados e invitados, la gestión y negociación para traerlos, la logística de traslados y estancias, la elaboración de presupuestos, la negociación con gobiernos y asociaciones, la aplicación a convocatorias gubernamentales para obtener recursos, el desarrollo de contenidos de nuestros portales, la realización de los eventos, la atención a las redes y a la comunidad y, en general, todas las tareas que se implican en lo que hacemos.

El resto del equipo coordinador tiene otros trabajos formales ajenos a Pixelatl, de los que reciben ingresos para vivir y, más allá de la reunión de coordinación semanal, sólo se suman a realizar tareas específicas en Pixelatl, de acuerdo con sus posibilidades de tiempo, cuando hay algún evento o taller o actividad. Si en el evento o taller se obtiene algún ingreso (por inscripciones o patrocinio), quienes trabajan en su realización reciben alguna compensación económica de acuerdo con los recursos disponibles, y las tareas y responsabilidades adquiridas por cada uno para esa actividad específica.

Los que formamos parte del equipo coordinador participamos el resto del año sólo en las juntas semanales, y lo hacemos de manera libre, voluntaria y sin más ánimo que abrir puertas y oportunidades al talento de México y Latinoamérica, para promover cada vez más las narrativas gráficas y audiovisuales surgidas de nuestros entornos. Y sólo las semanas previas al festival todos nos vamos sumando al equipo ejecutivo, trabajando cada uno en distintas tareas para la realización del evento, con una compensación económica por esas tareas específicas.

A ese equipo coordinador amplio se han sumado varias personas a lo largo de la historia de Pixelatl en los términos que hemos descrito. Han participado por temporadas, mientras sus posibilidades lo permiten. Y cuando sus propios intereses, búsquedas o necesidades los han llevado a otros derroteros, se han separado del equipo coordinador, sin que por ello disminuya la apertura para colaborar en ocasiones futuras o en estrategias específicas.

La situación económica de Pixelatl

Esta estructura de amistad, trabajo y ocasionales remuneraciones, responde también a la realidad económica de Pixelatl a lo largo de sus casi 12 años de existencia: no somos una organización que obtenga un presupuesto anual específico por parte de ningún gobierno, empresa u organización.

Iniciamos cada año con metas económicas para desarrollar nuestro plan de trabajo, pero sin la seguridad de poder alcanzarlas. Y los recursos que vamos consiguiendo a lo largo del año se utilizan para cubrir los costos de los eventos (donde, como ya dijimos, quienes participan con alguna responsabilidad sí obtienen un ingreso a cambio de las tareas que realizan).

Si bien el costo de los pases para el festival es caro para la realidad de nuestro país (y por eso damos tantos descuentos y oportunidades y cortesías para que quien no pueda pagarlo pueda de todos modos obtenerlos), juntando todas las ventas generadas por pases apenas se cubre entre un 12 y un 15% del costo del evento.

Por eso, tal como en otro artículo habíamos explicado, para buscar sustentar los proyectos cada año aplicamos a diversas convocatorias de gobiernos y asociaciones internacionales, y salimos a buscar patrocinios privados, y no siempre logramos juntar los presupuestos. Es la razón por la que fuera del festival, el equipo coordinador amplio sólo colabora tangencialmente en la junta semanal, y todos tienen otros trabajos formales para poder sobrevivir.

Sabemos que esta no es una forma de trabajo funcional para que Pixelatl pueda crecer y perpetuarse a lo largo del tiempo, pero, aunque en distintos momentos hemos intentado cambiarla o monetizar otras iniciativas, hasta ahora no hemos logrado estabilizar los ingresos para sustentar un equipo ejecutivo más amplio de tiempo completo.

En algunas ocasiones ni siquiera hemos logrado las metas económicas anuales para sostener las iniciativas y proyectos que llevamos adelante, y quienes asumimos ese déficit somos los miembros del equipo que no cobramos o cobramos menos, y algunos de nuestros proveedores que, entendiendo el espíritu que nos mueve, absorben las deudas que con ellos tenemos como un donativo o subsidio para que Pixelatl pueda seguir adelante.

Los Resultados

A pesar de vivir esta situación de incertidumbre económica y dificultad para crecer al equipo ejecutivo (que no es una situación diferente a la que viven muchos en nuestras sociedades desiguales), Pixelatl se ha convertido en un referente internacional por la manera en que nuestras estrategias han logrado vincular a los creadores entre sí y con la industria internacional, promoviendo el surgimiento de nuevas propiedades intelectuales, de las cuales muchas han logrado apoyos para realizarse (cortometrajes y pilotos de series animadas, y en algunos casos incluso la adquisición y la producción de las mismas).

Además, hemos publicado 29 cómics de autores emergentes, muchos artistas han logrado ser contratados en empresas nacionales o extranjeras, y se han firmado acuerdos de opción de propiedades y de venta de servicios creativos entre la misma comunidad y con empresas internacionales.

Esto sólo por mencionar algunos aspectos económicos, de negocios o empleo para la comunidad. Pero para nosotros, el logro más importante siempre ha sido la construcción y permanente dinamización de una creciente comunidad creativa con un nuevo espíritu de colaboración.

Creemos que un aspecto fundamental para lograr esto ha sido promover entre nosotros la generosidad, y lo hacemos con nuestro ejemplo: damos incluso más de lo que tenemos o podemos, porque creemos que es la manera de romper la lógica mercantilista de nuestro contexto socioeconómico, para salir adelante juntos.

Qué sigue hacia adelante

Es claro que, ante el crecimiento que ha vivido Pixelatl en los últimos años, tiene que ajustarse nuestro modelo de trabajo, ese que nos ha permitido hacer tanto hasta ahora y que hemos descrito antes. Pero también es claro que no podemos volvernos una organización onerosa que consuma en su equipo (o burocracia interna) todos (ni siquiera una parte representativa) de los recursos económicos que obtenemos para apoyar a los creadores.

Es importante decirlo tan claro como es: si hubiéramos esperado a tener los apoyos económicos que garantizaran nuestra operación, Pixelatl nunca hubiera nacido ni crecido como lo ha hecho. De la misma manera, hoy en día no podemos detener los trabajos hasta tener los recursos para sustentar un equipo más amplio que nos garantice una vida más sensata.

Y ahora mismo estamos en este proceso de encontrar un nuevo equilibrio para poder seguir adelante con este proyecto que nos ha dado tanto a tantos.