El camino para que nuestra industria despegue
26-06-2017 - Jordi Iñesta | @inesta23
El camino para que nuestra industria despegue
Bitácora | Filosofía |
(Primer artículo de cuatro cinco)
* Con este artículo queremos retomar la serie que habíamos iniciado el año pasado, donde intentamos presentar y poner a discusión nuestras estrategias y el modelo para detonar la industria que las sustenta. (Puedes ver la primera serie aquí).
En México son muchos los que se ostentan como expertos y pontifican lo que debe hacerse para detonar la industria multimedia, a la que desde el sexenio pasado se le reconocía un gran potencial económico. De esas recomendaciones han surgido inversiones de varios cientos de millones de pesos en proyectos inmobiliarios o en tecnología, y casi diez años después de que iniciaron hoy tenemos edificios semivacíos, muchos sueldos invertidos en ejecutivos y “emprendedores” (en lugar de invertirlos en los creadores), y tecnología que quizá era “de punta” cuando se adquirió. Aun así esos “expertos” encuentran la manera de justificar los fracasos, y continúan “orientando” con discursos grandilocuentes a todo aquel que se deja.
Cuando inició Pixelatl hace seis años, frente a esos mismos “expertos”, nos dimos cuenta que era necesario un lenguaje un poco más humilde al momento de discutir qué hacer para que la industria multimedia mexicana despegara, y por ello, tras nuestras primeras investigaciones, presentamos algunas de nuestras primeras conclusiones con el nombre de hipótesis (puedes revisarlas aquí).
Derivadas de aquellas hipótesis y otras intuiciones, diseñamos un primer modelo para detonar la industria, pero muy pronto nos fue evidente que nuestro conocimiento de las dinámicas del mercado internacional también era limitado. Por eso desde 2012 hemos mantenido, como una de nuestras líneas de trabajo, el estudio constante de lo que hacían o habían hecho en otros países con industrias consolidadas o que empezaban a despuntar en el mercado internacional, así como la consulta frecuente a actores relevantes a nivel internacional.
Así confirmamos algo que es obvio cuando se medita un momento (a pesar de que no lo vean nuestros “expertos” nacionales): no hay recetas para desarrollar las industrias culturales; lo que resultó en un país se convierte en un monumental fracaso en otro. Y axiomas como “hacer un clúster es un factor detonante de cualquier industria” muestran sus límites cuando se trata de crear contenidos exitosos a nivel internacional. Es más relevante entender la realidad del país que seguir “recetas” de un contexto cultural, económico y educativo radicalmente diferente.
En México, a pesar de tener tantos “expertos”, el desconocimiento de la industria era radical: al principio no encontramos en ningún actor (ni funcionarios públicos, ni supuestos asesores, inversionistas, empresarios, etc.) la menor idea de cómo funcionaba el mercado internacional (y suponiendo que alguno más o menos supiera, simplemente no quiso compartirlo). Por eso salimos a buscar ayuda en el exterior, y luego nos esforzamos por crear un esbozo cuya versión más acabada (por el momento) puedes consultar en los ideatoon bytes, en el artículo Las mecánicas de la industria (recuerda que para consultarlo debes primero validarte en el portal Ideatoon).
También por esa falta de información al alcance general, es que decidimos hacer esta bitácora con el fin de ir documentando y compartiendo nuestros aprendizajes e intuiciones, nuestras creencias e hipótesis, e ir relatando el camino y analizando nuestros aciertos y fracasos, de manera que en México podamos ir construyendo un sentido común, y otros, en otros lugares, puedan también aprender de esta experiencia.
El segundo modelo
Una vez pasada la crisis que vivimos en 2013 y que casi hace desaparecer a Pixelatl (puedes ver una reseña aquí), nos dimos a la tarea de rediseñar nuestro modelo. Además de la experiencia acumulada y el conocimiento adquirido tras nuestros primeros esfuerzos, habíamos entrevistado a algunos actores relevantes de las industrias de Brasil, España y Francia, que habían estado involucradas (tanto desde el gobierno como desde la sociedad organizada) en estrategias más o menos exitosas para hacer crecer sus respectivas industrias. Ya contábamos además con la asesoría directa de algunos productores internacionales de Estados Unidos y Reino Unido que, simpatizando con nuestro proyecto, querían ayudarnos.
Así diseñamos nuestro segundo modelo para detonar la industria, que es con el que hemos venido trabajando desde entonces. No obstante, prevalecieron tres de nuestras intuiciones iniciales como el principal fundamento del modelo:
- Era necesario asumirnos como una comunidad creativa con una nueva ética de competencia colaborativa (que nosotros nombramos Economía de la Generosidad®).
- Había que orientar el talento al desarrollo de propiedades intelectuales relevantes para el mercado internacional (la mayoría de los creadores estaban atrapados en producciones publicitarias, sin encontrar el camino para desarrollar sus IPs y llevarlas al mercado)
- Hay factores de nuestro contexto que inhiben el desarrollo de la industria, y tenemos que hacerles frente.
La primera de nuestras intuiciones fue materia de la primera serie de artículos sobre nuestro modelo, que publicamos el año pasado (puedes revisarlos aquí). La segunda, relativa a la orientación al mercado internacional, ha sido explicitada recurrentemente cada vez que lanzamos una nueva convocatoria de Ideatoon, o explicamos nuestras estrategias en general.
En esta nueva serie de artículos que inicia con éste, queremos focalizarnos en la tercera de nuestras intuiciones: los factores que inhiben el desarrollo de nuestra industria.
Pues hoy que empiezan a multiplicarse los frutos del esfuerzo de tantos, rápidamente surgen detractores (dentro del gobierno y fuera de él) que escatiman los pequeños y grandes avances, y también resurgen los “expertos” que pretenden que los éxitos son consecuencia de sus “recomendaciones”.
Como siempre decimos: los principales responsables de este “momento” que empieza a vivir la industria multimedia mexicana, son el talento y el esfuerzo (casi heroico, diría yo) de los creadores y estudios mexicanos, empezando por Anima Estudios, el pionero de nuestra industria, y de muchos otros creativos y estudios que a lo largo del país han luchado por prevalecer y ser cada vez mejores. Pero también son consecuencia de las estrategias para enfocarnos en el mercado global, y de las redes de colaboración nacional e internacional que hemos ido tejiendo entre todos a lo largo de estos seis años de trabajo.
Dos propiedades surgidas de Ideatoon están al aire, y otras cuatro están en producción o en la fase de levantamiento de capital por parte de productores internacionales. Son decenas los acuerdos de servicios surgidos de nuestras dinámicas de Networking u otras estrategias. Hoy varios estudios cuentan con representación internacional de actores consolidados. Hay un reconocimiento global (manifestado, por ejemplo, en Annecy), y una gran expectativa para con nuestra industria… todos ellos son logros que dibujan un momento especial para México.
Y frente a este momento resurge la amenaza que puede echar por tierra todo, y que tiene raíces en nuestro contexto y nuestro modo de ser cotidiano. Y por ello tenemos que hacerle frente en conjunto.
En el equipo debatimos mucho sobre si había que dedicar algunos artículos en nuestra bitácora a mostrar el mapa de los factores inhibidores de la industria, porque pueden resultar deprimentes. Es por eso que habíamos detenido la publicación de esta serie. Sin embargo hoy que empieza a ser evidente para más actores el potencial, que hay una ebullición del talento y que surge la sensación de que finalmente nuestra industria está por despegar, esos factores inhibidores vuelven a manifestarse como el gran obstáculo para continuar este largo proceso.
Pero creemos que si logramos superarlo, no sólo va a despegar nuestra industria, sino que también se convertirá en un referente que va a ayudar a transformar a todo México.
Nota de Octubre 2018:
Unos días después de publicar este artículo, un funcionario de gobierno, con la excusa de “justificar internamente” el apoyo que una institución gubernamental se había comprometido a darnos, hizo que otra empresa, supuestamente global “esta sí acreditada”, se quedara con los recursos económicos e intentara apropiarse de algunas de nuestras estrategias. El embate nos desbalanceó -económica y anímicamente- y varias cosas se quedaron a la mitad, incluyendo la publicación de los siguientes artículos de esta serie.
Sin embargo, como consideramos cada vez más relevante reflexionar en los factores que, desde nuestro punto de vista, inhiben el desarrollo de la industria, hemos ajustado -y actualizado- los artículos faltantes de la serie, y los publicamos año y medio después.
Encuentra la segunda parte: Metiéndonos el pie aquí.