Algunas aclaraciones

08-01-2023 - Staff Pixelatl

Algunas aclaraciones

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Pixelatl siempre ha promovido la colaboración y el apoyo mutuo como la vía para desarrollarnos como personas, como organizaciones y como industria. Y hemos publicado artículos y realizado charlas y talleres en el festival y otros eventos buscando desmontar la cultura de competencia destructiva que permea el contexto empresarial de México y el mundo, donde el competidor fuerte o el poderoso se aprovecha de la debilidad de otros para tomar ventajas inmerecidas o incluso destruir a su competencia.

Por eso fue tan difícil descubrir que, en nuestro equipo, fundado en el cariño, la amistad y el deseo común de transformar nuestra industria, se había dado una situación de abuso de poder y violencia laboral (mensajes fuera de hora, reclamos por no responderlos o por no terminar trabajos, chantajes y cuestionamientos fuera de lugar, así como malos modos y actitudes ofensivas).

Mientras iniciábamos una serie de conversaciones por separado con los involucrados para tratar de entender lo que había pasado, tomamos la decisión de evitar que trabajaran juntos, buscando minimizar el contacto entre ellos. Esa medida pareció suficiente en ese primer momento, pero alertados por la situación que por entonces parecía sin precedentes dentro de Pixelatl, nos abocamos también a preparar un taller que nos ayudara a todos a revisar nuestras conductas para detectar aquellas que, conscientes o inconscientes, pudieran estar generando violencia entre nosotros. Porque muchas acciones y actitudes violentas están normalizadas en los ambientes laborales de nuestras sociedades, y es necesario entenderlas para poder desmontarlas.

Trabajando en esos temas, vino a nuestro conocimiento que casi dos años antes había sucedido una situación similar con otra persona que había colaborado en el equipo de Pixelatl y que había terminado por salir a causa de esta situación. Fue entonces que nos dimos cuenta de que habíamos fallado gravemente como equipo en detectar las situaciones a tiempo y en reaccionar oportunamente.

Buscamos a esa otra persona y torpemente la invitamos para que, si estaba en su deseo y su posibilidad, se reincorporara a Pixelatl, porque más allá de necesitarla, la situación había sido injusta para ella. Conforme fuimos sabiendo más detalles de cómo había sucedido ese primer caso, nos dimos cuenta de que el modo como estábamos organizados para trabajar era parte del problema que, como equipo, nos había impedido prevenir estas situaciones y detectarlas a tiempo si llegaban a darse.

No es fácil cambiar las dinámicas de grupo cuando estas se han mantenido durante varios años, y en los siguientes meses hubo momentos de tensión que nos ayudaron a entender mejor la profundidad de la crisis que estábamos viviendo. Por eso, tras el festival empezamos a trabajar en una reorganización completa de Pixelatl.

Hoy es claro que parte del problema está en ese impulso que nos caracteriza como equipo, de siempre tratar de hacer más de lo que nuestras posibilidades económicas o de tiempo permiten, buscando aprovechar (o en muchos casos crear) las oportunidades para impulsar a la industria, lo que nos ha llevado a vivir los últimos años en situaciones límite de manera casi permanente, y nos impidió detectar los casos descritos antes y reaccionar contundentemente ante ellos.

Sabemos que muchos en nuestra comunidad viven también esas ganas de hacer más de lo que pueden tratando de hacerlo mejor cada vez, y continúan avanzando a pesar de tantas veces tener tantos elementos en contra, manteniendo una autoexigencia que no es del todo sana, sobre todo al extenderse ya por tantos años.

Pero, por otro lado, tal como están de frágiles las cosas en la industria de nuestro país, y con personas tratando de sacar provecho todo el tiempo de un esfuerzo que ellos no sólo no han hecho, sino que además han entorpecido a lo largo ya de 12 años, sabemos que no podemos bajar el ritmo ni bajar la guardia. Y en ese dilema estamos.

Seguimos en este proceso de reflexión, buscando nuevos equilibrios, con el tiempo encima y el ánimo diezmado. Pero todavía aquí, tratando.


Respecto a “las consecuencias para el agresor"

Las situaciones de violencia laboral son una realidad que atraviesa toda nuestra industria (y también muchos otros ámbitos laborales). Es necesario señalarlo y tratar de transformar las cosas. Por eso, cuando en diciembre pasado una de las personas afectadas decidió hacer público lo que había vivido, reclamando además que la respuesta que en su momento ofrecimos no había sido suficiente para ella, decidimos que había que reconocerlo y aceptarlo públicamente, sin matizar en ningún sentido lo que había denunciado. En estos casos, cualquier explicación o matiz puede revictimizar aún sin quererlo.

Desde ese momento el responsable de provocar las situaciones de violencia laboral ofreció renunciar a Pixelatl y separarse enteramente de la organización. Pero para nosotros como equipo era importante que todos entendiéramos a profundidad lo que había pasado y que él pudiera atender las causas que habían provocado las situaciones, para tratar de corregirlas y que no se repitieran más en Pixelatl ni en otros espacios en los que colabora. Por eso nos tomamos un tiempo para reflexionar y discutir y buscar una respuesta como equipo.

A la vez, por el contexto que vivimos, creemos que es importante posicionarse en contra de conductas de violencia laboral que en el pasado habían sido normalizadas, y que quienes las cometan sí deben tener una consecuencia clara frente al resto de la comunidad.

Por eso, tras la reflexión y revisión de la situación y nuestras fallas como equipo, tomamos la decisión en grupo de que no continuara en el puesto de dirección que antes tenía, y que tampoco pueda colaborar en ninguna tarea que implique subordinados. Buscamos una consecuencia proporcional a la situación, que en este caso es de violencia laboral y abuso de poder.

Por todo ello dejó su puesto de dirección a mediados de diciembre pasado, junto con algunas labores que iban ligados a él, como la coordinación del comité curatorial para el Festival de Annecy y de otros proyectos que aún no son públicos, y las siguientes semanas fue entregando los procesos que ya estaban en marcha.

Podrá seguir participando como parte del grupo más amplio de colaboradores de Pixelatl, pero sin poner en riesgo los espacios seguros que intentamos construir en nuestro equipo, tanto para que pueda seguir aportando al desarrollo de nuestra industria, como para poder seguirnos acompañado en este proceso de sanación que estamos viviendo todos.



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